El Museo San Telmo, ubicado en el corazón de San Sebastián, es mucho más que un simple espacio de exhibición; es un guardián de la historia, la cultura y el alma del País Vasco. Inaugurado en 1902, este emblemático museo se erige como la institución museística más antigua de la región, ofreciendo a sus visitantes un fascinante recorrido a través de los siglos, desde la prehistoria hasta la actualidad. Su privilegiada localización, en un histórico convento dominico del siglo XVI al pie del majestuoso monte Urgull, complementado por una moderna y respetuosa extensión del siglo XXI, convierte al Museo San Telmo en un enclave único y esencial para comprender la rica herencia vasca.

Desde su fundación, el Museo San Telmo de San Sebastián ha desempeñado un papel crucial como principal institución dedicada a la interpretación de la sociedad, la cultura y la historia vascas. Sus muros han sido testigos de innumerables transformaciones, reflejando los avatares de una tierra con una identidad profunda y arraigada. A través de sus extensas colecciones y sus innovadoras propuestas expositivas, el museo invita a reflexionar sobre el pasado, comprender el presente y vislumbrar el futuro de una comunidad singular.
Los Inicios: Fundación y Primeros Pasos del Museo San Telmo
La historia del edificio que hoy alberga el Museo San Telmo se remonta a mediados del siglo XVI (1544-1562), cuando se construyó un monasterio dominico gracias al mecenazgo de Alonso de Idiáquez, una figura destacada como secretario de Estado del emperador Carlos V. Los monjes dominicos consagraron este convento a San Telmo, el venerado patrón de los hombres de mar, una figura de gran importancia en una región con una fuerte tradición marítima.
El estilo arquitectónico del convento presenta una interesante transición entre los estilos gótico y renacentista, a menudo denominado estilo «isabelino». Esta mezcla se aprecia en su estructura predominantemente gótica, enriquecida con elementos renacentistas en su fachada. Una característica inusual del edificio es la ubicación de su claustro, situado al pie de la nave de la iglesia en lugar de en un lateral, una peculiaridad impuesta por la proximidad del imponente monte Urgull.
La idea de crear un museo en San Sebastián comenzó a tomar forma a finales del siglo XIX, impulsada por el éxito de diversas exposiciones celebradas en la ciudad. Fue la Sociedad Económica Bascongada de Amigos del País quien, en 1900, propuso formalmente la creación de un museo municipal. Esta iniciativa culminó con la inauguración del Museo San Telmo el 5 de octubre de 1902, con la presencia del rey Alfonso XIII, marcando un hito en la historia cultural de San Sebastián.
La primera sede del museo se ubicó entre las céntricas calles Andía y Garibai. Sin embargo, debido al creciente interés del público y al aumento de las colecciones, el museo se trasladó en 1911 a la calle Urdaneta, a un edificio que compartía espacio con la Escuela de Artes y Oficios y la Biblioteca Municipal, el actual edificio de Correos. La visión de un espacio aún más adecuado para albergar el patrimonio vasco llevó al Ayuntamiento a interesarse por el complejo del convento de San Telmo en 1929, completando su adquisición en 1928. Finalmente, en 1932, el Museo San Telmo reabrió sus puertas en su ubicación actual, el antiguo monasterio dominico, bajo la denominación de Museo Etnográfico Municipal. La ceremonia de inauguración fue un evento cultural de gran relevancia, contando con un concierto dirigido por el renombrado compositor Manuel de Falla en la iglesia del convento, la cual había sido bellamente decorada con murales del destacado artista Josep Maria Sert.
En sus primeros años, los fondos del museo eran modestos, lo que llevó al entonces alcalde a hacer un llamamiento a los ciudadanos de San Sebastián para que realizaran donaciones y depósitos, formando así el núcleo inicial de su valiosa colección. Inicialmente, el museo se centró en la etnografía y las bellas artes, reflejando el interés de la época por preservar las tradiciones y promover la creación artística. La creación de una sección dedicada a la etnografía en 1914 subraya el temprano compromiso del Museo San Telmo con el estudio y la difusión de la cultura popular vasca.
Un Siglo de Evolución: La Historia del Museo San Telmo
A lo largo de su extensa trayectoria, el Museo San Telmo ha experimentado significativas transformaciones, adaptándose a los cambios sociales y políticos de su entorno. En 1913, la torre y el claustro del convento fueron declarados Monumento Nacional, reconociendo su valor histórico y arquitectónico. Sin embargo, la Guerra Civil Española y la posterior dictadura franquista tuvieron un impacto notable en las actividades y el enfoque del museo. Durante este periodo, el objetivo se centró en glorificar el nuevo régimen político, con planes para dedicar salas a las guerras civiles y a la defensa del Alcázar de Toledo. No obstante, en 1943, la junta del museo aprobó una reorganización con la intención de fomentar el arte y la historia de San Sebastián, Gipuzkoa y el País Vasco, buscando un equilibrio entre la exaltación del régimen y la preservación del patrimonio regional.
La fundación de la Sociedad de Ciencias Aranzadi en 1947, a la que se cedió un espacio dentro del museo, marcó un resurgimiento de las actividades relacionadas con la prehistoria, la paleontología y la etnografía. Este renacimiento se consolidó aún más con el regreso del exilio del reconocido antropólogo José Miguel de Barandiarán en 1953. En 1961, se propuso priorizar la etnografía sobre la colección de arte, incluso sugiriendo la creación de un Museo del Hombre Vasco, lo que evidencia la creciente importancia otorgada al estudio de la cultura popular.
A finales de la década de 1980, el Ayuntamiento consideró la posibilidad de dedicar el Palacio Miramar a museos de bellas artes y de la regencia. Sin embargo, la dirección del Museo San Telmo optó por una visión diferente: transformar la institución en un museo dedicado a la cultura vasca, contemplando incluso la posibilidad de trasladar los fondos artísticos a otro edificio. Esta propuesta recibió un importante respaldo a mediados de la década de 1990 por parte del Gobierno Vasco, que en 1995 declaró al Museo San Telmo museo nacional de antropología vasca, consolidando su papel como referente en el estudio y la difusión de la cultura vasca.
Un punto de inflexión crucial en la historia del museo fue el ambicioso proyecto de renovación, ampliación y acondicionamiento que comenzó en 2007. Esta profunda transformación culminó con la reapertura del museo en la primavera de 2011 bajo el nuevo nombre de Museo de la Sociedad Vasca y Ciudadanía. La renovación, con un coste de 28,5 millones de euros, incluyó una remodelación integral del edificio histórico y la adición de una extensión discretamente integrada en la ladera del monte, diseñada por los prestigiosos arquitectos Nieto y Sobejano. El objetivo principal del proyecto fue recuperar los espacios originales del convento y adaptarlos para su uso museístico, al mismo tiempo que se añadían nuevos espacios para actividades culturales y comerciales, mejorando significativamente la accesibilidad. En reconocimiento a su excelencia, el museo recibió una Mención Especial en el concurso de museos de 2013 organizado por el Museum Forum. En 2022, el Museo San Telmo celebró su 120 aniversario, reafirmando su larga trayectoria y su compromiso con la cultura vasca. En la actualidad, el museo continúa reforzando su enfoque contemporáneo, actualizando su exposición permanente para incluir temas relevantes como la ecología, las migraciones y el envejecimiento, buscando así conectar con las inquietudes de la sociedad actual.
Historias Entre Muros: Anécdotas y Sucesos Notables del Museo San Telmo
El convento que alberga el Museo San Telmo ha sido testigo de numerosos acontecimientos a lo largo de su historia. Durante la Guerra de la Independencia en 1813, el edificio sufrió daños significativos, marcando un periodo turbulento en su existencia. A pesar de estos avatares, su valor histórico y arquitectónico fue reconocido en 1913 con la declaración de la torre y el claustro como Monumentos Nacionales. La reapertura del museo en 1932, tras su traslado al convento, fue un evento cultural de gran magnitud, realzado por la actuación del célebre compositor Manuel de Falla.
Durante la época franquista, el museo estuvo destinado a glorificar el nuevo régimen, un reflejo del clima político de la época. Sin embargo, con el paso del tiempo, el museo ha sabido reinventarse y adaptarse a las nuevas realidades sociales y culturales. La reapertura de 2011, después de extensas renovaciones, marcó un nuevo capítulo en su historia, consolidándose como un importante referente cultural para San Sebastián.
A lo largo de los años, el Museo San Telmo ha albergado numerosas exposiciones memorables. Un ejemplo destacado es «Chillida y las artes. 1950-1970», que atrajo a más de 30.000 visitantes en sus últimas semanas, evidenciando el interés del público por el arte vasco de vanguardia. Además de sus exposiciones temporales, el museo organiza «San Telmo Gaua» (Noche de San Telmo), una apertura nocturna especial y gratuita que ofrece una experiencia única con música y un ambiente singular. En 2023, las exposiciones «Clima ideal. Carteles de verano» y «Viajar para pintar. Sorolla en San Sebastián» tuvieron un éxito notable, atrayendo a alrededor de 50.000 visitantes, lo que subraya la capacidad del museo para conectar con audiencias diversas. El museo también cuenta con una larga tradición de recibir valiosas donaciones de la Asociación de Amigos del Museo San Telmo, incluyendo obras de destacados artistas vascos, enriqueciendo así su patrimonio cultural.
Un dato curioso en la historia del edificio es que, antes de convertirse en museo, sirvió como cuartel de artillería en el siglo XIX, lo que añade una capa adicional de complejidad histórica a su narrativa. Esta transformación de espacio religioso y militar a institución cultural refleja los cambiantes usos y necesidades de la ciudad a lo largo del tiempo.
Narrativa Arquitectónica: Un Diálogo entre el Pasado y el Presente
La arquitectura del Museo San Telmo es un testimonio fascinante de la confluencia de diferentes épocas y estilos. La estructura original del convento exhibe una transición armoniosa entre los estilos gótico y renacentista. Sus muros fueron construidos con mampostería, mientras que para las columnas y los arcos se empleó sólida piedra de sillería, materiales nobles que han resistido el paso del tiempo. Entre sus características más destacadas se encuentran el claustro, inusualmente ubicado al pie de la iglesia, y la imponente torre, elementos que evocan su pasado monástico. La iglesia dentro del convento presenta una hermosa integración de la arquitectura del siglo XVI con las impactantes pinturas del siglo XX de Josep Maria Sert, creando un espacio de gran valor artístico y espiritual.
La extensión del siglo XXI, diseñada por el renombrado estudio Nieto Sobejano Arquitectos, se integra con respeto y sensibilidad al edificio original, estableciendo un diálogo perfecto entre el pasado y el presente. Esta ampliación presenta una fachada característica cubierta de plantas, una solución innovadora que utiliza láminas de acero perforado para permitir el crecimiento de la vegetación, minimizando así el impacto visual y favoreciendo su integración con el entorno natural del monte Urgull. La extensión alberga áreas públicas esenciales para el funcionamiento del museo, como el vestíbulo, el salón de actos, la tienda, la biblioteca, las salas didácticas y los espacios destinados a exposiciones temporales. El diseño también incluye una gran escalera que facilita el acceso peatonal al monte Urgull, fomentando la conexión del museo con su entorno, así como espacios expositivos al aire libre que enriquecen la experiencia del visitante.
El Corazón de la Cultura Vasca: Las Colecciones del Museo San Telmo
El Museo San Telmo alberga una impresionante colección de más de 26.000 piezas, distribuidas en diversas secciones que abarcan la etnografía, la arqueología, la historia, la fotografía y las bellas artes. La sección de etnografía, con más de 9.000 objetos, se centra en las ricas tradiciones vascas y el ancestral culto a los antepasados, ofreciendo una visión profunda de las costumbres y creencias populares. La colección de bellas artes comprende alrededor de 6.800 obras, incluyendo pinturas, esculturas y grabados, con un especial énfasis en artistas vascos de los siglos XIX y XX, mostrando la evolución del arte en la región. La sección de historia cuenta con más de 2.900 piezas, principalmente armas y otros objetos relacionados con diferentes conflictos bélicos, incluyendo las Guerras Carlistas, proporcionando un testimonio tangible de los momentos clave de la historia vasca. La colección arqueológica reúne alrededor de 650 piezas de diversos orígenes y tipologías, incluyendo estelas, lápidas sepulcrales y escudos heráldicos, que nos conectan con el pasado más remoto de la región. Finalmente, la colección de fotografía supera las 15.000 imágenes, cubriendo una amplia gama de temas relacionados con la historia, la etnografía y la arqueología, destacando el notable fondo Galarza, un valioso archivo visual de la vida en San Sebastián y sus alrededores.
Entre las obras más destacadas de su colección, el museo cuenta con piezas de maestros de la pintura como El Greco, Tintoretto, Ribera, Rubens, Fortuny, Madrazo y Miró, ofreciendo una perspectiva del arte europeo a lo largo de los siglos. Sin embargo, la colección también dedica un espacio importante a los artistas vascos, con obras significativas de figuras como Zamacois, Lecuona, Oteiza, Chillida, Nagel, Ameztoy, Zuloaga, Echenagusía, Arteta, Tellaeche, Zubiaurre, Lekuona, Ribera, Uzelai y Basterretxea, entre otros. Un tesoro particular del museo son los 17 lienzos de Josep Maria Sert, creados especialmente para la iglesia en la década de 1930, que representan escenas relevantes de la historia de Gipuzkoa, ofreciendo una narrativa visual única del pasado de la región. El Museo San Telmo también demuestra su compromiso con el arte contemporáneo a través de sus exposiciones que dan voz a jóvenes artistas, fomentando la creación y la innovación en el panorama artístico actual.
Las colecciones del Museo San Telmo constituyen un valioso recurso para comprender la historia y la evolución de la sociedad vasca desde la prehistoria hasta nuestros días. Actúa como centro principal para la red de museos locales de Gipuzkoa, desempeñando un papel fundamental en la difusión del patrimonio cultural a nivel regional.
San Telmo Hoy: Situación Actual y Mirando al Futuro
En abril de 2025, el Museo San Telmo ofrece a sus visitantes una interesante programación de exposiciones temporales y permanentes. Entre las exposiciones actuales destacan:
- «Ipuscua 1000 años. De Ipuscua a Gipuzkoa. 1025-2025» (18 de enero – 11 de mayo de 2025), un viaje a través de los últimos mil años de la historia de Gipuzkoa.
- «Bosques de memoria» (22 de febrero – 11 de mayo de 2025), una reflexión sobre las tecnologías de control social en contextos totalitarios a través del arte.
- «De ayer y de hoy: Artesanía de la música popular» (11 de abril – 29 de junio de 2025), una muestra dedicada a los instrumentos musicales tradicionales vascos y sus artesanos.
- «100 años. Lo moderno y/o lo contemporáneo», la exposición permanente que recorre un siglo de arte vasco.
El Museo San Telmo ha mantenido una sólida afluencia de visitantes en los últimos años. En 2015, superó los 122.000 visitantes, cifra que ascendió a 140.585 en 2019. A pesar de los desafíos de los últimos años, en 2022 recibió a 126.057 personas, y en 2023 el número de visitantes superó los 154.000, acercándose a las cifras excepcionales de 2016, año en que San Sebastián fue Capital Europea de la Cultura.
El museo ofrece una amplia gama de actividades educativas y culturales para diversos públicos, incluyendo talleres, visitas guiadas y actividades temáticas. También organiza conferencias, proyecciones de películas, actuaciones y otros eventos culturales que enriquecen la experiencia del visitante. El Museo San Telmo colabora activamente con otras instituciones culturales y artistas, fortaleciendo su papel como centro de referencia en el panorama cultural vasco.
De cara al futuro, el museo continuará desarrollando sus programas internos centrados en el patrimonio y las colecciones, incluyendo labores de sensibilización, inventario, catalogación, conservación, restauración e investigación. La programación para 2025 incluye, además de las exposiciones ya mencionadas, proyectos sobre los 1000 años de Gipuzkoa, el control en regímenes totalitarios, motivos florales en textiles, el Amazonas y colaboraciones con grupos de danza y jazz. El Museo San Telmo tiene como objetivo seguir desarrollando su papel como centro de difusión del conocimiento y fomento del pensamiento crítico.
La Importancia Duradera del Museo San Telmo
El Museo San Telmo no es solo el museo más antiguo del País Vasco, sino también el más grande dedicado a la interpretación de la sociedad vasca. Desempeña un papel fundamental en la preservación y promoción del rico patrimonio, la cultura y las arraigadas tradiciones vascas. Actúa como un puente vital entre el pasado y el presente, ayudando a los ciudadanos a comprender sus raíces y a construir un futuro basado en el conocimiento y la reflexión. El museo aspira a ser mucho más que un simple depósito de artefactos, esforzándose por ser un centro cultural dinámico que promueva el diálogo y la reflexión sobre los temas sociales contemporáneos que afectan a la comunidad. Su estratégica ubicación en el corazón histórico de San Sebastián lo convierte en un punto focal accesible y esencial para el compromiso cultural. El Museo San Telmo contribuye activamente a la vitalidad social y económica de San Sebastián, consolidando su posición como un pilar fundamental de la identidad cultural de la ciudad y del País Vasco.
Conclusión
Desde sus humildes inicios como convento dominico hasta su actual estatus como institución líder de la cultura vasca, el Museo San Telmo ha recorrido un largo y fascinante camino. Su rica historia, su impresionante arquitectura y sus extensas colecciones lo convierten en un faro del patrimonio vasco. Más allá de su función como custodio de artefactos, el museo se ha transformado en un dinámico centro para el diálogo contemporáneo, abordando temas sociales relevantes y fomentando la participación de la comunidad. Su importancia perdura en su capacidad para conectar el pasado con el presente, ofreciendo a las generaciones actuales una profunda comprensión de sus raíces culturales y allanando el camino hacia un futuro construido sobre una base sólida de conocimiento y reflexión. El Museo San Telmo sigue siendo una piedra angular de la identidad cultural de San Sebastián y del País Vasco, un testimonio vivo de la riqueza y la complejidad de su historia y su gente.
Para más información sobre sus exposiciones, actividades y colecciones, puedes visitar la página web oficial del Museo San Telmo: https://www.santelmomuseoa.eus/