San Sebastián, joya del Cantábrico, no solo es famosa por sus playas como la Playa de la Concha o su exquisita gastronomía, sino también por su vibrante vida cultural. En el epicentro de esta efervescencia artística se alza majestuoso, a orillas del Río Urumea y junto al histórico Hotel María Cristina, un edificio que es mucho más que un simple escenario: el Teatro Victoria Eugenia. Inaugurado en 1912, este teatro no es solo una pieza clave del patrimonio arquitectónico donostiarra, sino también un testigo y protagonista de la historia cultural de la ciudad durante más de cien años.

Adentrarse en el Victoria Eugenia es viajar en el tiempo, a una época de esplendor, la Belle Époque, cuando San Sebastián era el destino predilecto de la realeza y la aristocracia europea. Pero es también conectar con el presente, con una programación viva y diversa que lo mantiene como un referente cultural indispensable. Acompáñanos en este recorrido por su fascinante construcción, su singular estilo arquitectónico, su rica historia, los eventos que han marcado sus tablas, algunas anécdotas curiosas y su vitalidad actual.
Orígenes y Construcción: Un Sueño de la Belle Époque Donostiarra
A principios del siglo XX, San Sebastián vivía una edad de oro. La presencia estival de la corte española, encabezada por la Reina María Cristina, impulsó un desarrollo urbanístico y social sin precedentes. La ciudad se embellecía con elegantes edificios, paseos y jardines, convirtiéndose en un centro cosmopolita de ocio y cultura. Sin embargo, carecía de un teatro de la envergadura y el prestigio que correspondían a su estatus.
La Sociedad Anónima Fomento de San Sebastián, impulsora de otros grandes proyectos como el Gran Casino (hoy Ayuntamiento de San Sebastián), reconoció esta necesidad. Se proyectó la construcción de un complejo hotelero y teatral de lujo en los terrenos ganados al río Urumea, cerca de su desembocadura. El diseño se encargó a un arquitecto joven pero ya prometedor: Francisco de Urcola Lazcanotegui.
Urcola, formado en la Escuela de Arquitectura de Madrid y conocedor de las tendencias europeas, concibió dos edificios hermanos, el Hotel María Cristina y el Teatro Victoria Eugenia, que dialogarían arquitectónicamente entre sí y con el entorno privilegiado del río y el cercano Puente de la Zurriola / Kursaal.
La construcción del teatro comenzó en 1909 y se desarrolló a buen ritmo. Se utilizaron materiales nobles, principalmente piedra arenisca de las canteras de Igeldo y Mutriku para la fachada, y las técnicas más avanzadas de la época. La expectación en la ciudad era máxima. Finalmente, el 14 de julio de 1912, el Teatro Victoria Eugenia abrió sus puertas con una brillante gala inaugural. El nombre rendía homenaje a la reina consorte Victoria Eugenia de Battenberg, esposa de Alfonso XIII, afianzando así el vínculo del teatro con la realeza que tanto frecuentaba la ciudad.
Un Tesoro Arquitectónico: Estilo Neo-Plateresco y Elegancia Interior
El Teatro Victoria Eugenia es una de las obras cumbre del estilo Neo-plateresco (también denominado Neo-renacentista español) en el País Vasco. Francisco de Urcola se inspiró en el Renacimiento español, particularmente en el Plateresco, caracterizado por su rica y detallada ornamentación que recuerda el trabajo de los plateros.

Exterior Majestuoso:
La fachada principal, orientada hacia la calle República Argentina y el río Urumea, es un prodigio de equilibrio y decoración. Realizada en piedra arenisca, presenta un cuerpo central saliente flanqueado por dos torres laterales. La ornamentación es abundante pero armoniosa:
- Columnas y Pilastras: De órdenes clásicos, estructuran verticalmente la fachada.
- Balcones y Ventanales: Amplios y elegantemente decorados, aportan ritmo y ligereza.
- Esculturas: Destacan los cuatro grupos escultóricos sobre el cuerpo central, obra del artista barcelonés Pere Cuyàs, que representan alegorías de la Tragedia, la Comedia, el Drama y la Ópera, géneros que encontrarían acomodo en su escenario.
- Detalles Platerescos: Medallones, guirnaldas, escudos y otros motivos decorativos finamente labrados cubren la superficie, creando un efecto de riqueza visual.
El conjunto arquitectónico, junto con el vecino Hotel María Cristina, define uno de los paisajes urbanos más emblemáticos y elegantes de San Sebastián.
Interior Deslumbrante:
Si el exterior impresiona, el interior del Victoria Eugenia envuelve al visitante en una atmósfera de calidez y suntuosidad. Tras cruzar el vestíbulo, se accede al foyer o salón de descanso, un espacio amplio y luminoso decorado con grandes espejos, pinturas y lámparas de araña.

La Sala Principal es el corazón del teatro. Con una capacidad original que rondaba los 1250 espectadores (hoy algo reducida tras la reforma para mejorar la comodidad y visibilidad, situándose en torno a las 900 butacas), presenta la clásica forma de herradura, típica de los teatros a la italiana, que favorece la acústica y la cercanía entre el público y el escenario.
- Decoración: Predominan los tonos cálidos, rojos y dorados, que crean un ambiente acogedor y lujoso. Los palcos, las barandillas y el techo están profusamente decorados con molduras, relieves dorados y pinturas.
- Techo: El techo de la sala es una obra de arte en sí mismo, con una gran pintura central rodeada de motivos ornamentales y una impresionante lámpara de cristal que domina el espacio.
- Acústica: Desde su concepción, se cuidó especialmente la acústica, convirtiéndolo en un espacio idóneo no solo para el teatro, sino también para la ópera y los conciertos.
Cada detalle, desde las butacas tapizadas en terciopelo rojo hasta las lámparas y apliques, contribuye a crear una experiencia teatral inmersiva y elegante.
Un Siglo de Historia Viva: Testigo de la Evolución Cultural
Desde su inauguración, el Teatro Victoria Eugenia se convirtió en el epicentro de la vida social y cultural donostiarra. Sus tablas han sido testigo de momentos históricos, estrenos memorables y la visita de innumerables personalidades.
Los Primeros Años y la Belle Époque:
La gala inaugural de 1912 fue solo el comienzo. Durante las primeras décadas, el teatro acogió a las mejores compañías de teatro, zarzuela, ópera y ballet de España y Europa. Era el lugar de encuentro de la alta sociedad, donde se veían y se dejaban ver la realeza, la aristocracia y la burguesía. Los estrenos eran acontecimientos sociales de primer orden.
Tiempos Convulsos: República, Guerra y Dictadura:
El teatro no fue ajeno a los vaivenes de la historia española. Durante la Segunda República, se debatió brevemente un cambio de nombre, aunque finalmente conservó el de Victoria Eugenia. Durante la Guerra Civil, San Sebastián fue rápidamente ocupada por las tropas franquistas, y el teatro continuó su actividad, aunque adaptada a las circunstancias y a la censura del nuevo régimen. En la larga posguerra y la dictadura, siguió siendo un faro cultural, aunque con una programación condicionada ideológicamente.
Sede del Festival de Cine de San Sebastián (Zinemaldia):
Uno de los capítulos más brillantes de la historia del Victoria Eugenia es su papel como sede principal del [buscar enlace interno para: Festival de Cine de San Sebastián / Zinemaldia] durante casi medio siglo, desde 1953 hasta 1999. Por su alfombra roja (aunque entonces no siempre era roja) desfilaron estrellas de la época dorada de Hollywood y del cine europeo: Alfred Hitchcock, Audrey Hepburn, Elizabeth Taylor, Kirk Douglas, Federico Fellini, Luis Buñuel, y un larguísimo etcétera. En su pantalla se estrenaron películas que marcaron la historia del cine. Aunque la sede principal del Zinemaldia se trasladó al [buscar enlace interno para: Palacio de Congresos Kursaal] en el año 2000, el Victoria Eugenia sigue siendo una sede emblemática del festival, acogiendo proyecciones y eventos importantes.
Escenario de la Quincena Musical:
Otro festival de gran prestigio que ha tenido al Victoria Eugenia como uno de sus escenarios principales es la [buscar enlace interno para: Quincena Musical de San Sebastián]. Desde su creación en 1939, este festival de música clásica ha traído a la ciudad a las mejores orquestas, directores y solistas del mundo. La excelente acústica y el ambiente íntimo del teatro lo convierten en un lugar ideal para conciertos sinfónicos, recitales y óperas de cámara.
Eventos Inolvidables y Anécdotas entre Bambalinas
A lo largo de más de cien años, son incontables los momentos memorables vividos en el Teatro Victoria Eugenia.
- Estrenos Teatrales: Ha sido escenario de estrenos nacionales de grandes autores españoles del siglo XX, desde Jacinto Benavente hasta Antonio Buero Vallejo o Alfonso Sastre. Muchas compañías consideraban un honor y un presagio de éxito estrenar sus obras en San Sebastián.
- Grandes Figuras: Por su escenario han pasado leyendas de la interpretación como Margarita Xirgu, Enrique Borrás, María Guerrero, y más recientemente, figuras como Nuria Espert, José Luis Gómez, Concha Velasco o Lola Herrera. En la música, desde Pau Casals o Arthur Rubinstein hasta estrellas del pop y rock más actuales. En la danza, desde el Ballet Ruso de Diaghilev en sus inicios hasta las compañías de Antonio Gades o el Ballet Nacional de España.
- Visitas Reales: El nombre del teatro no es casual. La Reina Victoria Eugenia y Alfonso XIII fueron asiduos asistentes a sus funciones durante sus veraneos en la ciudad. Se cuenta que la reina tenía su palco preferido y que su presencia siempre generaba una gran expectación.
- El Teatro como Cine: Durante muchas décadas, el Victoria Eugenia compaginó su función teatral con la de cine de estreno. Muchas generaciones de donostiarras recuerdan haber visto allí grandes éxitos de taquilla y películas de autor.
- Anécdotas del Zinemaldia: Durante los años del festival, el teatro era un hervidero de estrellas, periodistas y cinéfilos. Se cuentan historias de encuentros fortuitos, fiestas improvisadas en el foyer, y la emoción de ver de cerca a los grandes mitos del cine mundial. Hitchcock, por ejemplo, presentó aquí «Vértigo» y «Con la muerte en los talones», dejando una huella imborrable.
La Gran Rehabilitación (2001-2007): Renovarse para Seguir Brillando
A finales del siglo XX, a pesar de su indiscutible valor histórico y sentimental, el Teatro Victoria Eugenia mostraba signos evidentes de envejecimiento. Las instalaciones técnicas estaban obsoletas, la comodidad era mejorable y el edificio necesitaba una profunda restauración estructural y ornamental para afrontar el nuevo milenio con garantías.
Tras años de planificación y debate, el teatro cerró sus puertas en 1999 (coincidiendo con el traslado del Zinemaldia al Kursaal) para someterse a una ambiciosa rehabilitación integral que se prolongaría hasta 2007. El proyecto, financiado por el Ayuntamiento de San Sebastián y otras instituciones, fue complejo y respetuoso con la esencia del edificio original.
Los objetivos principales fueron:
- Consolidación Estructural: Reforzar la estructura del edificio.
- Restauración Patrimonial: Recuperar y limpiar la fachada, restaurar los elementos decorativos interiores (pinturas, molduras, lámparas) devolviéndoles su esplendor original.
- Modernización Técnica: Dotar al teatro de la tecnología escénica más avanzada (nueva caja escénica, sistemas de sonido e iluminación de última generación).
- Mejora de la Comodidad y Accesibilidad: Renovar las butacas, mejorar la visibilidad, eliminar barreras arquitectónicas e instalar ascensores.
- Creación de Nuevos Espacios: Se habilitaron nuevos espacios polivalentes, como una sala de danza y salas de ensayo, ampliando la funcionalidad del edificio.
La rehabilitación, dirigida por el arquitecto Ramón Cortázar, fue un éxito. Consiguió preservar el alma y la belleza histórica del Victoria Eugenia, al tiempo que lo adaptaba a las necesidades técnicas y de confort del siglo XXI. El teatro reabrió sus puertas en 2007, listo para iniciar una nueva etapa.
El Victoria Eugenia Hoy: Un Faro Cultural Dinámico y Polivalente
Tras su reapertura, el Teatro Victoria Eugenia ha reafirmado su posición como uno de los pilares fundamentales de la oferta cultural de San Sebastián, gestionado por la entidad municipal Donostia Kultura. Lejos de ser un museo, es un espacio vivo y dinámico con una programación estable y variada durante todo el año.
Programación Diversa:
Su escenario acoge una amplia gama de espectáculos:
- Teatro: Obras clásicas y contemporáneas, producciones nacionales e internacionales, teatro en euskera y castellano. Es sede del festival de artes escénicas dFERIA.
- Danza: Desde ballet clásico hasta danza contemporánea, pasando por flamenco y danzas vascas.
- Música: Conciertos de música clásica (manteniendo su vínculo con la Quincena Musical), ópera de cámara, jazz, folk, pop-rock en formato acústico o de aforo medio.
- Festivales: Sigue siendo una sede importante del Zinemaldia y la Quincena Musical, además de otros festivales temáticos.
- Eventos Locales: Acoge también actos institucionales, conferencias, galas benéficas y espectáculos de artistas y grupos locales.
Un Espacio para la Creación:
Gracias a los nuevos espacios habilitados en la reforma, como la Sala Club y diversas salas de ensayo, el teatro funciona también como un centro de creación y apoyo a las artes escénicas locales.
Accesibilidad y Modernidad:
El teatro hoy combina su encanto histórico con las comodidades modernas: buena visibilidad desde casi todas las localidades, acústica cuidada, climatización, servicios adaptados y un sistema de venta de entradas online y en taquilla eficiente.
Visitar el Teatro Victoria Eugenia no es solo asistir a un espectáculo; es sumergirse en la historia de San Sebastián, admirar una joya arquitectónica y participar de la vibrante cultura donostiarra.
Conclusión: Más que un Teatro, un Símbolo de San Sebastián
El Teatro Victoria Eugenia es mucho más que un edificio centenario. Es un símbolo de la elegancia de la Belle Époque donostiarra, un testigo privilegiado de la historia del siglo XX, un templo del cine durante décadas y, sobre todo, un corazón cultural que sigue latiendo con fuerza en el centro de San Sebastián. Su imponente fachada neo-plateresca y su suntuoso interior son el escenario perfecto para la magia del espectáculo.
Desde los fastos de la realeza hasta las vanguardias escénicas actuales, pasando por el glamour del Zinemaldia, el Victoria Eugenia ha sabido adaptarse a los tiempos, renovarse y mantener su relevancia. Para los donostiarras, es un lugar cargado de recuerdos y emociones; para los visitantes, una parada imprescindible para comprender la riqueza cultural de esta ciudad única. Larga vida al Teatro Victoria Eugenia, faro de las artes escénicas en San Sebastián.