La Real Sociedad atraviesa un momento delicado en la temporada actual, con una racha de resultados negativos que ha puesto en tela de juicio la gestión de Imanol Alguacil. Aunque el técnico oriotarra ha sido clave en la consolidación del equipo como un referente en Europa, su manejo reciente de la plantilla y las decisiones tácticas han generado dudas entre la afición y los analistas. A continuación, se desglosan los puntos críticos de su gestión, con un enfoque en los problemas actuales y las posibles soluciones.

La gestión de Imanol Alguacil: Poca rotación y desconfianza en la unidad B

Uno de los principales problemas de Imanol ha sido su reticencia a rotar la plantilla, especialmente en un calendario tan exigente como el actual. Aunque ha intentado administrar los minutos de jugadores clave como Zubimendi, Oyarzabal o Kubo, la falta de confianza en los suplentes y en los jugadores del filial ha sido evidente. En partidos clave, el entrenador ha optado por mantener a sus titulares incluso cuando mostraban signos de fatiga, lo que ha llevado a un desgaste físico y mental acumulado.

Esta falta de rotación no solo afecta a los jugadores principales, sino que también limita las oportunidades de los suplentes y jóvenes del filial, quienes llegan sin ritmo ni confianza cuando son requeridos. Imanol debe trabajar en integrar mejor a estas piezas para evitar que el equipo se resienta en momentos críticos de la temporada.

La gestión del delantero centro: Un problema recurrente en la Real Sociedad

Otro punto crítico es la incapacidad de la Real Sociedad para sacar rendimiento a sus delanteros centro. Desde Willian José hasta Carlos Fernández y André Silva, ninguno ha logrado consolidarse en el puesto. Este año, con la llegada de Umar Sadiq y Orri Óskarsson, se esperaba un cambio, pero ambos han tenido dificultades para adaptarse al sistema de juego de Imanol.

Óskarsson, fichado por 20 millones de euros, ha mostrado destellos de calidad, pero aún no ha encontrado su sitio en el equipo. Sadiq, por su parte, sigue sin convencer y ha sido criticado por su falta de regularidad. Razón por la cual ha sido cedido al Valencia en busca de minutos. Esto no puede atribuirse únicamente a los jugadores; el sistema de juego de Imanol, que prioriza el juego por bandas y la llegada de mediocampistas al área, parece no favorecer a un delantero de referencia.

Imanol debe replantearse su enfoque táctico para aprovechar mejor las cualidades de sus delanteros. Si el sistema actual no funciona, es responsabilidad del entrenador adaptarse y buscar soluciones que optimicen el rendimiento de la plantilla.

Excusas sobre el físico y la falta de altura: Errores en la gestión de Imanol Alguacil

Imanol ha justificado recientes derrotas alegando falta de energía y desgaste físico. Sin embargo, estas cuestiones deberían haberse planificado desde la pretemporada. Si el equipo llega a la mitad de la temporada con un bajón físico, es responsabilidad del cuerpo técnico y del entrenador haber alzado la voz para corregir estos problemas.

Además, la falta de altura en el equipo no es una excusa válida. Si el entrenador identifica esta carencia, debe trabajar en soluciones tácticas o presionar a la dirección deportiva para reforzar la plantilla en áreas clave.

El bajón físico: Un patrón repetido en la Real Sociedad

Históricamente, la Real Sociedad ha sufrido caídas de rendimiento en la segunda mitad de la temporada. Este año, a pesar de un inicio de liga mejorable, el equipo ha vuelto a mostrar signos de fatiga. Esto sugiere que la planificación física no ha sido óptima, algo que Imanol debe abordar de manera urgente para evitar que el equipo se desinfle en momentos decisivos.

Falta de variantes tácticas: Rigidez en la gestión de Imanol Alguacil

Imanol ha insistido en un sistema de juego basado en el 4-3-3, con defensas de cinco en ocasiones, pero esta fórmula no ha funcionado consistentemente. La falta de variantes tácticas ha hecho que el equipo sea predecible y vulnerable ante rivales que estudian bien sus movimientos.

Es responsabilidad del entrenador adaptarse a las características de la plantilla y explorar nuevos sistemas que saquen el máximo provecho de los jugadores disponibles. Por ejemplo, un 4-4-2 o un 4-2-3-1 podrían ofrecer mayor solidez defensiva y aprovechar mejor a jugadores como Oyarzabal o Kubo.

Balón parado: Una asignatura pendiente en la Real Sociedad

Otro aspecto que Imanol debe mejorar es el trabajo en los balones parados, tanto ofensivos como defensivos. La Real Sociedad ha perdido puntos clave por errores en estas situaciones, lo que refleja una falta de preparación específica. En un fútbol moderno donde los detalles marcan la diferencia, este es un área que no puede descuidarse.

Conclusión

Imanol Alguacil ha sido un entrenador clave en la historia reciente de la Real Sociedad, pero su gestión actual ha dejado dudas sobre su capacidad para sacar al equipo de esta crisis. La falta de rotación, la incapacidad para sacar rendimiento a los delanteros centro, las excusas recurrentes y la falta de variantes tácticas son aspectos que deben corregirse urgentemente.

Si Imanol quiere seguir al frente del proyecto, debe demostrar una mayor capacidad de adaptación y autocrítica. La afición txuri-urdin merece un equipo que compita al máximo nivel en todas las competiciones, y eso solo se logrará con una gestión más audaz y flexible por parte del técnico.