Finalizan las obras de la estación de Easo y el nuevo Topo estará operativo en 2026 bajo la bahía de La Concha

Culmina una fase clave en la modernización del transporte en Donostia

Tras varios años de trabajos complejos y una inversión millonaria, las obras de la nueva estación de Easo han concluido, marcando un hito fundamental en el proyecto del nuevo Topo soterrado que conectará los barrios de Donostia-San Sebastián bajo la emblemática bahía de La Concha. Con la previsión de que este moderno sistema de transporte entre en funcionamiento en 2026, la ciudad se prepara para una revolución en movilidad urbana que promete reducir tiempos de desplazamiento, mejorar la sostenibilidad y transformar el acceso entre Amara, el centro urbano y la zona universitaria de Ibaeta.

obra del nuevo topo

Una estación renovada para un proyecto ambicioso

La estación de Easo, situada en la intersección entre el barrio de Amara y las áreas más céntricas de Donostia, ha sido remodelada desde sus cimientos. Los trabajos incluyeron la demolición de la antigua infraestructura, la excavación de un nuevo túnel y la creación de andenes dobles subterráneos de tecnología avanzada, capaces de operar con trenes modernos de tracción eléctrica. Se trata de un nodo clave dentro del trazado diseñado para el nuevo Topo, que unirá las zonas esenciales de la ciudad con un recorrido completamente subterráneo.

Las obras, iniciadas en 2019, han contado con un alto nivel de complejidad técnica, especialmente por las características geológicas de la bahía de La Concha y por la necesidad de mantener un equilibrio entre el desarrollo urbano y el respeto al entorno patrimonial y ecológico. La ejecución del proyecto ha sido liderada por Euskal Trenbide Sarea (ETS), entidad pública encargada de la gestión de infraestructuras ferroviarias en Euskadi, en colaboración con el Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Donostia.

Un trayecto que conectará la ciudad bajo tierra

La futura variante soterrada del Topo permitirá a los viajeros recorrer entre Amara y la estación de La Concha en apenas 2 minutos, eliminando el actual rodeo superficial por la estación de superficie y reduciendo el impacto en el tráfico rodado. Igualmente, permitirá una conectividad fluida con las universidades y el barrio del Antiguo, puntos clave tanto en la vida diaria de la ciudad como en su atractivo turístico y cultural.

Este nuevo trayecto de aproximadamente 4,2 kilómetros incluirá tres estaciones subterráneas: Lugaritz, Centro-La Concha y Easo. Gracias a su diseño en curva suave y su mayor capacidad, el nuevo corredor ferroviario incrementará la frecuencia de trenes, pasando de uno cada 30 minutos a trenes cada 7,5 minutos en hora punta, una mejora significativa para la ciudadanía y los visitantes.

Obras bajo la historia y el mar: desafíos técnicos sin precedentes

Uno de los mayores retos técnicos de este ambicioso proyecto ha sido la perforación del túnel bajo la bahía de La Concha. La tuneladora empleada para esta fase fue diseñada específicamente para condiciones geológicas mixtas, compuestas por materiales sedimentarios y niveles freáticos elevados. Para mitigar riesgos ambientales y garantizar la seguridad de la bahía, se implementaron tecnologías de sellado hermético y monitoreo constante, garantizando una intervención mínima en el entorno natural.

Además del túnel, la reconstrucción de la estación de Easo implicó el desvío temporal de servicios urbanos, el blindaje de redes subterráneas y la integración arquitectónica con la futura área peatonal y ciclable que se desarrollará en superficie. Las obras se ejecutaron en paralelo con medidas de convivencia urbana, incluyendo la habilitación de caminos alternativos y campañas informativas para los vecinos del entorno.

Impacto urbanístico y medioambiental positivo

Más allá de la mejora en tiempos y capacidad de transporte, el nuevo Topo subterráneo representa una oportunidad para repensar el espacio urbano de Donostia. La eliminación de vías ferroviarias en superficie permitirá la recuperación de zonas degradadas, la creación de áreas verdes y de recreo, y la ampliación de la red de bidegorris (carriles bici), fomentando una ciudad más sostenible y habitable.

El proyecto forma parte de una estrategia mayor impulsada por el Gobierno Vasco para consolidar el transporte ferroviario como eje central de la movilidad metropolitana. Según estudios técnicos, el nuevo trazado reducirá las emisiones de CO₂ en más de 3.000 toneladas anuales y fomentará el abandono del vehículo privado, dado que muchos usuarios optarán por este medio rápido y no contaminante para su día a día.

Una inversión con visión de futuro

La inversión total destinada al soterramiento del Topo, incluyendo la estación de Easo y los túneles adyacentes, supera los 180 millones de euros. Financiado en parte con fondos europeos a través del mecanismo de recuperación NextGenerationEU, este ambicioso plan responde tanto a necesidades locales como a la estrategia de descarbonización que impulsa la Unión Europea.

El consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transporte del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola, destacó recientemente en una visita a las obras que “Donostia va a situarse a la vanguardia de la movilidad urbana en Europa, con un modelo que prioriza el transporte público, la sostenibilidad y la eficiencia”. También subrayó la relevancia de que este proyecto se haya ejecutado sin demoras significativas ni sobrecostes reseñables, a pesar del contexto pandémico y de la crisis de suministros global.

Lo que queda hasta 2026: pruebas, accesos y señalización inteligente

Aunque la obra civil de la estación de Easo ha concluido, aún quedan diversos trabajos hasta la plena entrada en funcionamiento del sistema en 2026. En los próximos meses se procederá a la instalación del equipamiento electromecánico, balizas de señalización, software de control y validación de accesos. Además, se comenzarán las pruebas de circulación en tramos cerrados y, posteriormente, los ensayos a velocidad real con trenes sin pasajeros.

El sistema contará con tecnología de señalización CBTC (Communications-Based Train Control), que permitirá operar los trenes con mayor precisión, reducir la distancia entre convoys y mejorar la seguridad. Se prevé además la integración con otros medios de transporte público a través de la tarjeta única BAT-MUGI-Barik, lo cual permitirá un acceso más ágil y económico a toda la red de transporte de Euskadi.

Expectativas ciudadanas y dinamismo económico

La finalización de la estación de Easo ha sido recibida con entusiasmo entre vecinos y comerciantes. La reducción de molestias vinculadas a la obra y la expectativa de un transporte más cómodo y eficiente han reactivado la vida comercial del entorno. Algunos negocios han comenzado a renovar sus locales, en previsión de una mayor afluencia de personas cuando el Topo entre en funcionamiento.

Asimismo, expertos en desarrollo urbano prevén que esta mejora en infraestructuras incida positivamente en la valorización inmobiliaria de la zona, en la creación de empleo vinculado al turismo y en la dinamización del sector servicios. El ayuntamiento, por su parte, ya trabaja en un plan de regeneración urbana para aprovechar las nuevas condiciones de conectividad y movilidad.

Una referencia para otras ciudades

El proyecto del Topo y la estación de Easo ha sido objeto de seguimiento por parte de otras ciudades del Estado interesadas en potenciar el ferrocarril como solución urbana. Iniciativas similares se estudian actualmente en A Coruña, Málaga y Palma, donde el modelo de soterramiento y conexión rápida subterránea se presenta como respuesta al colapso del tráfico y a los retos ambientales.

Además de su relevancia funcional, la experiencia acumulada en la obra donostiarra servirá como referente para futuras intervenciones ferroviarias en entornos urbanos delicados. El uso de tuneladoras de última generación, la coordinación entre administraciones y la transparencia en la gestión han sido piezas clave del éxito técnico y social de esta infraestructura.

Donostia, preparada para una nueva etapa en movilidad

Con la conclusión de las obras en la estación de Easo, Donostia da un paso firme hacia una ciudad más conectada, accesible y respetuosa con el medio ambiente. El nuevo Topo soterrado, que circulará bajo el corazón de la ciudad y su bahía más icónica, será no solo una herramienta de transporte, sino también un símbolo del compromiso con un futuro más sostenible y cohesionado.

En los próximos meses, se activarán campañas de información a los ciudadanos sobre el funcionamiento del nuevo sistema, su cronograma de apertura y las ventajas que traerá consigo. Se espera que para mediados de 2026, cuando los primeros trenes recorran el túnel de manera regular, Donostia no solo tenga una nueva manera de moverse, sino también una nueva forma de vivir su espacio urbano.

Para más información sobre la red ferroviaria vasca y el avance del proyecto del Topo, puedes visitar el sitio web oficial de Euskal Trenbide Sarea.

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Author: DDonosti

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