Introducción

Para muchos, el Monte Igueldo no es solo un lugar, es una experiencia sensorial que despierta la fascinación en cada visita. Desde el mismo momento en que se divisa su silueta imponente coronando la Bahía de La Concha, una mezcla de emoción y nostalgia invade el ser.

Subir al Monte Igueldo es embarcarse en un viaje a través del tiempo. El Funicular, con sus vetustos vagones de madera, transporta a los visitantes a otra época, a los albores del siglo XX, cuando la burguesía donostiarra disfrutaba de este espacio de ocio y esparcimiento.

Al llegar a la cima, la vista deja sin aliento. La ciudad se extiende a los pies del viajero, arropada por la bahía en un abrazo infinito. El mar Cantábrico se abre ante él, majestuoso y poderoso. Y en el horizonte, la silueta del Peine del Viento recuerda la fuerza indomable de la naturaleza.

Pero el Monte Igueldo no solo es un mirador excepcional, es también un lugar de magia y diversión. El parque de atracciones, con su aire vintage y familiar, invita a volver a ser niño. La Montaña Suiza, el Torreón y el Laberinto son solo algunas de las atracciones que esperan en este universo de emociones.

En el Monte Igueldo, el tiempo parece detenerse. Se respira un aire de paz y tranquilidad que invita a la desconexión. Pasear por sus senderos, contemplar la naturaleza que lo envuelve y disfrutar de las vistas panorámicas es una experiencia revitalizante para el cuerpo y el alma.

Este lugar mágico tiene un significado especial para muchos. Es un refugio donde encuentran la inspiración, un espacio donde pueden conectar con la naturaleza y con la historia de la ciudad. Cada visita al Monte Igueldo es una aventura única, un viaje a la esencia de Donostia-San Sebastián.

Si estás buscando un lugar que te enamore, que te haga vibrar y que te transporte a otra dimensión, no lo dudes, el Monte Igueldo te está esperando.

La historia del Monte Igueldo: un viaje a través del tiempo

El Monte Igueldo, atalaya natural de Donostia-San Sebastián, ha sido testigo del devenir histórico de la ciudad desde tiempos remotos. En sus faldas se han encontrado vestigios de la época romana y medieval, evidenciando la temprana fascinación que este lugar ha despertado en el ser humano.

A lo largo del siglo XIX, el Monte Igueldo experimentó una transformación significativa. La construcción del Gran Casino en 1887, impulsada por la regente María Cristina, marcó un antes y un después. Este lujoso edificio, que incluía un salón de baile, restaurante y terrazas con vistas panorámicas, se convirtió en el epicentro de la vida social de la alta burguesía española y europea.

En 1912, la inauguración del Funicular del Monte Igueldo consolidó su posición como un lugar de ocio y esparcimiento. Este singular medio de transporte, con sus característicos vagones de madera, no solo facilitaba el acceso a la cima, sino que también se convirtió en una atracción en sí misma.

El siglo XX también vio la construcción del parque de atracciones, con sus emblemáticas atracciones como la Montaña Suiza, el Torreón y el Laberinto. Este espacio familiar, con su aire vintage y atemporal, ha cautivado a generaciones de niños y adultos, convirtiéndose en un símbolo de la ciudad.

El Monte Igueldo ha sido escenario de importantes acontecimientos históricos. En 1936, durante la Guerra Civil Española, el Gran Casino fue incendiado y posteriormente derribado. En su lugar, se construyó el actual Hotel Mercure Monte Igueldo, que conserva la esencia y el estilo arquitectónico del edificio original.

A lo largo de su historia, el Monte Igueldo ha sido fuente de inspiración para artistas, escritores y poetas. Sus vistas panorámicas, su atmósfera mágica y su rica historia han quedado plasmados en numerosas obras de arte y literatura.

Hoy en día, el Monte Igueldo sigue siendo un lugar emblemático para Donostia-San Sebastián. Un espacio que combina historia, naturaleza, diversión y vistas incomparables, capaz de cautivar a los visitantes y despertar la nostalgia en los locales.

Un paseo por el Monte Igueldo es un viaje a través del tiempo, un recorrido por la memoria y la esencia de la ciudad.

Atracciones para todas las edades: diversión en el Monte Igueldo

El Parque de Atracciones del Monte Igueldo, con su aire vintage y familiar, es una de las principales atracciones del lugar. Un espacio donde la nostalgia se mezcla con la adrenalina y la diversión para todas las edades.

Un viaje a través del tiempo:

• Montaña Suiza: Inaugurada en 1922, esta emblemática atracción te transporta en un viaje lleno de adrenalina a través de sus 630 metros de recorrido, con subidas y bajadas pronunciadas, y curvas cerradas que te dejarán sin aliento. Un clásico que sigue emocionando a niños y adultos por igual.
  
• Funicular: Un viaje en el tiempo con sus característicos vagones de madera que te ofrece una perspectiva única de la ciudad mientras asciendes a la cima del Monte Igueldo. Disfruta de las vistas panorámicas de la bahía, la costa y el mar Cantábrico.

Emociones para todas las edades:

• Torreón: Un mirador con vistas panorámicas de 360 grados que te permite admirar la belleza de Donostia-San Sebastián desde una perspectiva privilegiada. Observa la bahía, la ciudad, la costa y el mar en un solo lugar.
• Autos de choque: Un clásico para todas las edades donde puedes poner a prueba tus habilidades de conducción y disfrutar de una divertida experiencia en familia.
• Barcas del Estanque: Un paseo tranquilo y relajante por un estanque rodeado de vegetación, ideal para disfrutar de un momento de paz y desconexión.
• Río Misterioso: Embárcate en un recorrido en barca por un misterioso río lleno de sorpresas y descubre los secretos que esconde este mágico lugar.
• Kosmikar: Una atracción de realidad virtual que te transporta a otros mundos y te permite vivir experiencias inimaginables. Explora nuevos universos y desafía tus sentidos.
• Casa del Terror: Para los más valientes, una casa llena de sustos y emociones que te pondrá a prueba. Adéntrate en un mundo de terror y vive una experiencia llena de adrenalina.

Para los más pequeños:

• Carrusel: Un tiovivo clásico con coloridos caballos y figuras que encantará a los niños y les transportará a un mundo de fantasía.
• Gran Laberinto: Un divertido laberinto de madera donde podrán perderse y encontrar la salida, poniendo a prueba su ingenio y capacidad de orientación.
• Pesca de patos: Una actividad tranquila y familiar para disfrutar en familia. Los niños podrán pescar patos de juguete en un estanque especialmente diseñado para ellos.
• Juegos de habilidad: Diferentes juegos para poner a prueba la destreza y la puntería de los niños, como la ruleta, el tiro al blanco o los bolos.

Consejos para una experiencia inolvidable:

• Consulta la página web oficial del parque para obtener información actualizada sobre las atracciones, horarios y tarifas. Planifica tu visita con antelación para aprovechar al máximo tu tiempo.
• Si viajas con niños pequeños, planifica tu visita en función de sus edades e intereses. Elige las atracciones que mejor se adapten a su edad y disfruta de una experiencia familiar personalizada.
• Aprovecha las diferentes opciones gastronómicas que ofrece el parque para disfrutar de una comida o un snack en familia. Degusta platos típicos de la región o disfruta de un picnic en las zonas verdes del parque.
• No olvides llevar ropa y calzado cómodo para disfrutar del parque al máximo. Recuerda que el clima en la cima del Monte Igueldo puede ser diferente al de la ciudad.
• Prepárate para vivir una experiencia inolvidable en el Monte Igueldo. Un lugar mágico donde la diversión está garantizada para todas las edades.

¡Disfruta de las atracciones del Monte Igueldo!

Entorno natural del Parque de Atracciones Monte Igueldo: Un oasis verde en la ciudad

El Parque de Atracciones Monte Igueldo no solo ofrece diversión y entretenimiento, sino que también está ubicado en un entorno natural privilegiado. Un oasis verde en la cima del monte Igueldo que te permite disfrutar de la naturaleza y las vistas panorámicas de la ciudad.

Un espacio verde con una rica biodiversidad:

• Bosques: Predominan los bosques de pinos, que purifican el aire y ofrecen un aroma fresco y reconfortante.
• Praderas: Las praderas verdes, salpicadas de flores silvestres, son ideales para disfrutar de un picnic o simplemente relajarse en contacto con la naturaleza.

Acantilados y vistas impresionantes:

• Acantilados: Los acantilados que bordean el parque ofrecen vistas impresionantes del mar Cantábrico, la costa vasca y la ciudad de Donostia-San Sebastián.
• Miradores: Disfruta de las vistas panorámicas desde los diferentes miradores del parque, como el del Torreón o el del Funicular.

Acceso al Parque de Atracciones del Monte Igueldo:

Opciones para tu comodidad:

Transporte público:

• Autobús: La línea 16 de Dbus te lleva desde el centro de la ciudad hasta el parque. El trayecto dura unos 20 minutos.
• Tren: La línea E2 de Euskotren llega hasta la estación de Amara, desde donde puedes tomar el autobús 16.

Transporte privado:

• Coche: Puedes llegar al parque por carretera. El acceso al Paseo del Faro, donde se encuentra el parque, tiene un coste de 2,5€ por persona. Hay aparcamiento gratuito disponible en el parque.
• Taxi: Una opción cómoda y rápida, especialmente si viajas con maletas o niños pequeños.

Funicular:

• Un viaje histórico y único: Sube al funicular desde el Paseo del Muelle y disfruta de las vistas panorámicas de la ciudad durante el trayecto.
• Frecuencia: Sale cada 15 minutos tanto de la estación superior como de la inferior.
• Precio: El billete de ida y vuelta cuesta 4€ para adultos y 2,5€ para niños.

Consejos:

• Si viajas en temporada alta, es recomendable comprar los billetes de autobús o tren con antelación para evitar colas.
• Si vas a subir en coche, ten en cuenta que el aparcamiento puede estar completo en temporada alta.
• El funicular es una opción más cara, pero también más atractiva y memorable.

¡Elige la opción que mejor se adapte a tus necesidades y disfruta de tu viaje al Parque de Atracciones del Monte Igueldo!

Recuerda:

• La información sobre los horarios y tarifas del transporte público puede variar. Consulta la página web oficial del parque para obtener información actualizada.
• Si vas a subir en coche, ten en cuenta que hay que pagar una tasa de acceso al Paseo del Faro de 2,5€ por persona.

¡Disfruta de tu aventura en el Parque de Atracciones del Monte Igueldo!

Información práctica para tu visita al Parque de Atracciones del Monte Igueldo:

Horarios de apertura:

• Parque de Atracciones:
  • Temporada alta (julio y agosto): Abierto todos los días de 11:00 a 21:00 horas.
  • Temporada baja (resto del año): Abierto los fines de semana y festivos de 11:00 a 19:00 horas.
• Funicular:
  • Abierto todos los días del año de 10:00 a 21:00 horas.

Tarifas de acceso:

• Acceso al Paseo del Faro (coche): 2,5€ por persona.
• Acceso al recinto del parque a pie o en vehículo: 2,5€.
• Funicular:
  • Billete ida/vuelta:
    • Adultos: 4,5€
    • Niños (hasta 7 años): 2,5€
  • Billete sencillo:
    • Adultos: 3,05€
    • Niños (hasta 7 años): 1,50€
  • Billete especial (animales, maletas): 2,50€
  • Grupos (20 o más personas): 3,75€ ida y vuelta
  • Discapacitados: 3,75€ ida y vuelta (con tarjeta acreditativa)
  • San Sebastián Card: 3,75€ ida y vuelta (mostrando la tarjeta)

Descuentos:

• Compra online: Descuento del 10% en la compra de entradas online para el parque de atracciones.
• Grupos: No se aplica en fines de semana, festivos ni en agosto para el acceso al Paseo del Faro ni al funicular.
• Funicular: Descuentos para familias numerosas y personas con discapacidad.

Recomendaciones para la visita:

• Planifica tu visita con antelación: Consulta los horarios de apertura, las tarifas de acceso y las actividades disponibles en la página web oficial del parque.
• Compra tus entradas online: Ahorra dinero y evita colas comprando tus entradas online para el parque de atracciones.
• Lleva ropa y calzado cómodo: Vas a caminar bastante, así que asegúrate de llevar ropa y calzado cómodo.
• Protégete del sol: Lleva crema solar, sombrero y gafas de sol, especialmente en verano.
• Lleva agua y algo de comer: En el parque hay restaurantes y bares, pero también puedes llevar tu propia comida y bebida.
• Disfruta de las vistas: Desde el parque hay unas vistas impresionantes de la ciudad y del mar.
• Respeta el medio ambiente: No tires basura al suelo y sigue las normas del parque.

¡Disfruta de tu visita al Parque de Atracciones del Monte Igueldo!

Recuerda:

• La información sobre los horarios, tarifas y descuentos puede variar. Consulta la página web oficial del parque para obtener información actualizada.
• Se recomienda llevar ropa y calzado adecuado para la actividad que se vaya a realizar.
• Es importante respetar el medio ambiente y seguir las normas del parque.

Conclusión: ¡Disfruta de tu aventura en el Parque de Atracciones del Monte Igueldo!

El Parque de Atracciones del Monte Igueldo te espera con los brazos abiertos para que vivas una experiencia inolvidable. Un viaje lleno de emociones, risas y recuerdos que quedarán grabados en tu corazón.

No pierdas la oportunidad de descubrir este lugar mágico y compartirlo con tus seres queridos.

Para más información accede a la página web oficial: https://www.monteigueldo.es/

Ubicado en el epicentro de Donostia-San Sebastián, Alderdi Eder no es simplemente un parque; es un emblema de la historia, la cultura, y el espíritu comunal de la ciudad. Con vistas impresionantes hacia la bahía de La Concha y enmarcado por la elegante fachada del Ayuntamiento, este espacio verde es un testimonio vivo de la evolución de San Sebastián desde sus raíces históricas hasta su presente vibrante.

Orígenes Transformadores

La historia de este lugar se remonta a 1863, un periodo de significativa transformación urbana tras el derribo de las murallas de la ciudad. Lo que comenzó como un espacio militar dio paso a un área dedicada al ocio y entretenimiento público, evidenciando el creciente interés por mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. En 1880, este terreno acogió diversas instalaciones recreativas, incluyendo un circo y un teatro de guiñoles, marcando el inicio de su papel como centro de la vida social de Donostia.

El punto de inflexión llegó en 1887 con la construcción de un casino, precursor del actual Ayuntamiento, que redefinió el paisaje y la funcionalidad de Alderdi Eder. Este desarrollo no solo embelleció el área sino que también estableció el parque como un símbolo de prosperidad y modernidad.

Una Composición de Naturaleza y Arte

La visión del jardinero francés Pierre Ducasse trajo a Alderdi Eder una dimensión adicional de belleza y serenidad. Su diseño incorporó elementos naturales y artísticos – desde tamarindos y parterres de flores hasta estatuas y fuentes – creando un refugio de tranquilidad en medio del bullicio urbano. Este enfoque holístico en el diseño refleja la armonía entre la naturaleza y el entorno construido, característica distintiva de los espacios públicos en San Sebastián.

Las esculturas de que aquí se pueden observar, incluyendo los majestuosos leones de mármol de Antonio Frilli y el encantador carrusel, sirven como puentes hacia la historia cultural de la ciudad. Estas obras no solo adornan el parque, sino que narran capítulos de la vida donostiarra, desde los días de esplendor de la Belle Époque hasta episodios de intrigas durante tiempos de guerra.

Alderdi Eder: Centro de la Vida Comunitaria

A través de los años, Alderdi Eder ha evolucionado para convertirse en mucho más que un espacio de esparcimiento; se ha consolidado como un centro vital para el encuentro, la cultura, y la expresión artística. El nombre del parque, propuesto por el padre de Pío Baroja, encapsula perfectamente su esencia y su contribución al tejido social de Donostia-San Sebastián.

Los eventos y actividades que se llevan a cabo en este lugar, desde conciertos hasta mercadillos, reflejan la diversidad y riqueza cultural de la ciudad. Estas iniciativas no solo animan el parque con nueva vida, sino que también fortalecen la conexión comunitaria, haciendo de de este parque un punto de encuentro predilecto para todas las generaciones.

Un Legado Vivo

Hoy, pasear por Alderdi Eder es embarcarse en un viaje a través del tiempo, donde cada elemento, desde los senderos hasta las bancas, tiene una historia que contar. Este jardín es un lienzo que refleja la evolución de San Sebastián, un espacio donde la historia se entrelaza con el presente para invitar a la reflexión, la celebración y el disfrute colectivo.

En definitiva, Alderdi Eder es más que un parque; es el corazón de Donostia-San Sebastián, un lugar donde la belleza natural y la riqueza histórica se unen para crear un espacio de encuentro inigualable. Visitarlo es descubrir un capítulo esencial de la narrativa de la ciudad. Cada visita a este lugar ofrece una nueva oportunidad para apreciar las pequeñas maravillas de la vida urbana, para ver cómo el pasado y el futuro de Donostia-San Sebastián coexisten en armonía. Este parque no solo es un espacio de belleza y tranquilidad, sino también un símbolo del compromiso de la ciudad con la preservación de su herencia cultural y su entorno natural.

Más información:
https://es.wikipedia.org/wiki/Parque_Alderdi_Eder
https://www.sansebastianturismoa.eus/es/hacer/playas-parques/parques-y-jardines

Una playa con identidad propia

La Playa de Ondarreta es uno de esos lugares que definen una ciudad sin necesidad de grandes estridencias. A menudo eclipsada por su famosa vecina, la playa de La Concha, Ondarreta ha sabido mantener a lo largo del tiempo una identidad sólida, equilibrando historia, belleza natural y una profunda conexión con el día a día de la vida local en Donostia. Su nombre, que proviene del euskera «hondar», hace referencia a la arena que caracterizaba este rincón antes de su transformación urbana. Y es que antes de los toldos blanquiazules y las esculturas de Chillida, aquí solo había un amplio arenal, cruzado por arroyos, con una ermita solitaria dominando el paisaje.

Fue el desembarco de la realeza a finales del siglo XIX lo que transformó por completo el destino de este rincón del barrio del Antiguo. La regente María Cristina escogió San Sebastián como su lugar de veraneo y mandó construir el Palacio de Miramar justo en el promontorio que divide Ondarreta de La Concha. Aquel gesto desencadenó una metamorfosis urbanística y social: la aristocracia empezó a levantar villas frente al mar, se trazaron paseos ajardinados y, con el tiempo, la Playa de Ondarreta se convirtió en una playa con carácter residencial, elegante, pero sin perder su esencia local.

Un pasado entre monarcas, soldados y fútbol

La historia de la Playa de Ondarreta está salpicada de anécdotas singulares. En sus primeros años, el arenal servía como espacio de maniobras militares. No fue raro ver en sus alrededores formaciones de soldados o incluso al rey Alfonso XIII en su juventud, participando en actos castrenses. Fue en ese mismo espacio donde se habilitó, en 1906, el primer campo de fútbol de la ciudad, origen de la actual Real Sociedad. Años después, en una suerte de paradoja urbanística, justo detrás de la playa se levantó una cárcel que funcionó hasta 1948. A día de hoy, solo un discreto monolito recuerda aquel pasado algo oscuro que contrasta con la imagen soleada y alegre que ofrece la playa en la actualidad.

La construcción del Real Club de Tenis de San Sebastián, en 1904, añadió un componente distinguido al entorno. Este club, situado a pie de playa, ha sido históricamente punto de encuentro de la sociedad donostiarra, completando el retrato de una playa que, sin buscarlo, ha acabado siendo testigo de los cambios más significativos de la ciudad a lo largo del siglo XX.

Rivalidad amistosa con La Concha

Es casi inevitable hablar de la Playa de Ondarreta sin compararla con La Concha. Si esta última ha sido durante décadas el rostro internacional de San Sebastián, inmortalizada en postales y guías turísticas, Ondarreta ha jugado un papel más discreto, casi como el secreto mejor guardado de la ciudad. Pero esa aparente discreción ha sido precisamente la clave de su atractivo. Ondarreta representa otro ritmo, otra manera de vivir la playa: más pausada, más familiar, menos sujeta al desfile de flashes y selfies.

Mientras La Concha brillaba con el glamour de los balnearios de lujo y las visitas de reinas europeas, Ondarreta se consolidaba como el lugar favorito de muchas familias locales y de visitantes que preferían el ambiente más recogido del barrio del Antiguo. Esa diferencia se ha mantenido con el paso de los años, aunque hoy en día la Playa de Ondarreta forma parte del itinerario turístico gracias a la conexión peatonal con La Concha a través del túnel de Miramart. Este pasadizo, decorado con arte marino, ofrece un acceso directo que invita al visitante a descubrir, tras unos metros de sombra, una playa que sorprende por su amplitud, serenidad y belleza.

Una playa de proporciones generosas

Una de las características físicas más destacadas de la Playa de Ondarreta es su amplitud. Aunque su longitud —unos 600 metros— es menor que la de La Concha, su anchura, que ronda los 100 metros, le da un carácter más espacioso. En marea alta, cuando otras playas de la bahía reducen drásticamente su superficie útil, Ondarreta sigue ofreciendo un arenal generoso, lo que la convierte en un lugar especialmente apreciado para pasar el día con comodidad.

Su arena dorada y fina es típica del litoral donostiarra, y el oleaje es generalmente moderado, ideal para niños, personas mayores y todo aquel que busca un baño tranquilo. Al estar protegida por el Monte Igeldo y la isla Santa Clara, sus aguas presentan una calma difícil de encontrar en otras zonas del Cantábrico. En los días despejados, el reflejo del cielo sobre el mar y la panorámica de la bahía convierten a Ondarreta en un lugar perfecto para la contemplación.

El arte como parte del paisaje: el Peine del Viento

No se puede hablar de la Playa de Ondarreta sin mencionar una de sus joyas más icónicas: el Peine del Viento. Esta obra del escultor vasco Eduardo Chillida se enclava en las rocas del extremo oeste de la playa, donde las olas rompen con fuerza y el viento susurra a través de las cavidades de la escultura. Se trata de una experiencia sensorial que forma parte del imaginario colectivo de la ciudad. Muchos acuden al lugar simplemente para sentir cómo el mar sopla a través de los orificios del suelo, expulsando chorros de aire y agua en una danza ruidosa y fascinante.

La integración del arte con el entorno natural es absoluta, y el Peine del Viento ha llegado a simbolizar el alma atlántica de San Sebastián. Desde allí, la vista de la Playa de Ondarreta se enmarca entre montes, cielo y ciudad, convirtiendo a este rincón en uno de los más fotogénicos y emocionantes de toda la costa vasca.

Vida de barrio, tradición y generaciones compartidas

Pero lo que realmente distingue a Ondarreta es su papel como playa de barrio. El Antiguo, una de las zonas más tradicionales de Donostia, se ha volcado históricamente con su playa. Desde cuadrillas de adolescentes que se citan para pasar la tarde, hasta abuelos que toman el sol junto a sus nietos, la Playa de Ondarreta funciona como un espacio intergeneracional donde la vida transcurre con naturalidad.

Durante las fiestas locales o en eventos como la Semana Grande, Ondarreta es un escenario alternativo al centro de la ciudad, más tranquilo pero igualmente animado. Aquí se celebran desde hogueras de San Juan hasta competiciones infantiles, siempre con la implicación de los vecinos. Incluso cuando el clima donostiarra no acompaña, no es raro ver a los locales paseando abrigados por el paseo, disfrutando del mar y del ambiente familiar que se respira.

Servicios de primera para una playa histórica

Pese a su aire clásico, la Playa de Ondarreta ofrece una infraestructura moderna y cuidada. En temporada estival, cuenta con servicio de socorrismo, señalización de zonas de baño, duchas, vestuarios, baños públicos, lavapiés y limpieza diaria. La ciudad de San Sebastián tiene un alto estándar de calidad para el mantenimiento de sus playas, y eso se nota en cada rincón.

El paseo que la bordea, flanqueado por jardines y palmeras, incluye una cafetería con vistas al mar donde es habitual ver a vecinos tomando un café, leyendo el periódico o simplemente charlando. Durante el verano, se pueden alquilar toldos y hamacas, y la accesibilidad está garantizada con rampas y pasarelas de madera. Además, el servicio de sillas anfibias y asistencia al baño para personas con movilidad reducida es uno de los mejor valorados del norte de España.

Ondarreta, más allá del baño: experiencias únicas

Quien visita la Playa de Ondarreta puede simplemente tender la toalla y disfrutar del sol, pero también tiene la oportunidad de vivir experiencias únicas. Desde nadar hasta la plataforma flotante en verano hasta contemplar los fuegos artificiales de la Semana Grande desde un rincón privilegiado, esta playa ofrece posibilidades para todos los gustos.

Los más activos pueden practicar deportes como paddle surf, kayak o piragüismo, aprovechando la calma de la bahía. También es habitual ver partidos espontáneos de palas o voley playa, que reúnen a locales y visitantes en un ambiente distendido. Para quienes prefieren explorar, subir al Monte Igeldo en el funicular de 1912 es una experiencia encantadora que culmina con una de las mejores vistas de la ciudad.

Y para quienes valoran los pequeños placeres, una caminata al atardecer por el Paseo de Ondarreta, observando cómo el sol se esconde tras el horizonte, es una experiencia difícil de olvidar.

Un lugar con alma y muchas historias

Cada rincón de la Playa de Ondarreta guarda una historia: desde la cárcel con vistas al mar que marcó la posguerra donostiarra hasta el “rocal”, esas rocas rojizas que aparecían tras las tormentas y que resultaron ser restos de escombros antiguos. También hay espacio para el glamour cinematográfico: Ondarreta ha servido de escenario a películas, anuncios y reportajes, y no han faltado celebridades que han elegido esta playa por su discreción.

Pero, más allá de lo anecdótico, lo que define a Ondarreta es su capacidad para conectar pasado y presente. Es una playa que ha sabido envejecer con elegancia, sin perder su esencia. Y es precisamente ese equilibrio entre historia, naturaleza, arte y cotidianidad lo que la convierte en una de las joyas menos conocidas —pero más queridas— de San Sebastián.

Conclusión: Ondarreta, la playa que se vive

En una ciudad como San Sebastián, donde cada rincón tiene una personalidad propia, la Playa de Ondarreta destaca por su equilibrio. No busca ser la más famosa, ni la más fotografiada. Su valor reside en su autenticidad, en la forma en que se integra con la vida del barrio, en cómo acoge tanto a turistas curiosos como a donostiarras de toda la vida.

Ondarreta es mar, es arte, es historia, es memoria. Es un lugar donde cada grano de arena tiene algo que contar. Y cuando uno la pisa por primera vez, entiende que esta playa no solo se visita: se comparte, se recuerda y, sobre todo, se vive.

La Zurri, también conocida como la playa de Gros, es una joya escondida en la vibrante ciudad de Donostia – San Sebastián. Situada entre la desembocadura del río Urumea y el monte Ulía, esta playa se extiende a lo largo de unos 800 metros, ofreciendo un espectáculo natural que enamora a cualquiera.

Historia

Para comprender la actual configuración de La Zurriola, tenemos que remontarnos a su historia. En el siglo XIX, la playa era conocida por sus grandes arenales, ubicados entre la desembocadura del río Urumea y el monte Ulía. Sin embargo, debido a la violencia de sus aguas, se daba un uso reducido a la playa.

Fue a partir de la primera década del siglo XX cuando se registró un verdadero interés turístico por la playa, en parte debido a la proliferación de hoteles en la zona1. A pesar de esto, la playa presentaba un oleaje tan potente que prácticamente era inutilizable.

La transformación significativa de la playa de la Zurriola ocurrió en la década de los 90. En 1994, las autoridades locales emprendieron una serie de reformas para hacer de la playa un lugar más accesible y seguro. Estas reformas incluyeron la construcción de un espigón, que logró aumentar la longitud de la playa y tranquilizar sus aguas lo suficiente como para que sean aptas para el nado.

Gracias a estas reformas, la playa aumentó su longitud, sus aguas se hicieron aptas para el baño y su uso se multiplicó5. La playa de la Zurriola, que antes estaba formada por grandes arenales y era conocida por su fuerte oleaje, se convirtió en un lugar ideal para los amantes de los deportes acuáticos.

Hoy en día, la playa de la Zurriola es un lugar vibrante y lleno de vida, conocido por ser un paraíso para los surfistas y un lugar de encuentro para los locales y los visitantes. Su historia es un testimonio de cómo la intervención humana puede transformar un espacio natural para hacerlo más accesible y disfrutable para todos

Ubicación

La Zurriola se encuentra en el barrio de Gros, en la preciosa ciudad vasca San Sebastián, en la provincia de Gipuzkoa. Una de sus singularidades es que se trata de la única playa de San Sebastián que no se encuentra en la popular Bahía de La Concha.

Surf en la Zurriola

La playa de la Zurriola es un verdadero paraíso para los surfistas. Conocida por sus olas de calidad, esta playa ofrece una variedad de condiciones que la hacen ideal para surfistas de todos los niveles.

La Zurriola cuenta con varios picos, cada uno con sus propias características. Destaca la derecha de Monpas y El Centro, con derechas e izquierdas intensas. Monpas puede generar buenas secciones tuberas y es la ola de más fuerza, mientras que El Centro genera principalmente izquierdas en marea baja y buenas derechas a medida que sube la marea.

Además de estas dos zonas, hay otros picos a lo largo de la playa que ofrecen diferentes tipos de olas, lo que permite a los surfistas elegir según su nivel de habilidad y las condiciones del día.

La Zurriola es también un lugar de aprendizaje. Hay varias escuelas de surf en la zona que ofrecen clases para principiantes y alquiler de equipos. Esto hace que sea un lugar ideal para aquellos que quieren aprender a surfear o mejorar sus habilidades.

Pero lo que realmente distingue a la Zurriola es su ambiente. La playa suele estar llena de surfistas locales y visitantes, creando un ambiente vibrante y amigable. No es raro ver a grupos de amigos compartiendo olas, animándose mutuamente y disfrutando del espíritu del surf.

La playa de la Zurriola ofrece una combinación única de olas de calidad, una variedad de condiciones y un ambiente amigable, lo que la convierte en un destino de surf de primer nivel en Donostia – San Sebastián. Ya seas un surfista experimentado en busca de tu próxima gran ola, o un principiante que quiere aprender a surfear, la Zurriola tiene algo para ti.

Anécdotas

La playa de la Zurriola ha sido escenario de algunos conciertos del Festival de Jazz de San Sebastián y de competiciones de Bodyboarding, surf, skateboarding y eventos similares. Además, la llegada de la segunda etapa del Tour de Francia 2023 tuvo lugar al borde de esta playa, cerca del Palacio Kursaal, el 2 de julio de 2023. Desde 2004, está permitida la práctica del nudismo, siendo una de las pocas playas urbanas españolas que lo permiten.

La Zurriola, un lugar de encuentro

La playa de la Zurriola no es solo un lugar para los surfistas, sino también un lugar de encuentro para los locales y los visitantes. Aquí, puedes ver a la gente jugando a vóley-playa, practicando yoga al amanecer o simplemente disfrutando del sol. Además, la playa cuenta con instalaciones como duchas, vestuarios y servicios de alquiler de tablas de surf.

Eventos y festivales

La playa de la Zurriola no es solo un lugar para disfrutar del sol y el mar, sino también un escenario vibrante para una variedad de eventos y festivales que se celebran a lo largo del año.

Uno de los eventos más destacados es el Festival de Jazz de San Sebastián, que se celebra cada año en julio. Este festival atrae a músicos de renombre internacional y a amantes de la música de todo el mundo. Durante el festival, la playa de la Zurriola se convierte en un escenario al aire libre, donde se realizan conciertos gratuitos. Los visitantes pueden disfrutar de la música en vivo mientras se relajan en la arena o se bañan en el mar. Es una experiencia verdaderamente única que combina la belleza natural de la playa con la emoción de la música en vivo.

Además del Festival de Jazz, la Zurriola también acoge competiciones de surf, como la prueba europea Projunior ASP. Este evento atrae a surfistas jóvenes de toda Europa, que vienen a competir en las excelentes condiciones de surf de la Zurriola. Es un espectáculo emocionante ver a estos jóvenes talentos cabalgando las olas, y siempre atrae a una gran multitud de espectadores.

Pero eso no es todo. A lo largo del año, se celebran en la Zurriola una serie de otros eventos y festivales. Estos incluyen competiciones de vóley-playa, torneos de fútbol playa y clases de yoga al amanecer. También hay eventos culturales, como proyecciones de películas y conciertos de música local.

La playa de la Zurri es un hervidero de actividad durante todo el año. No importa cuándo decidas visitar, siempre encontrarás algo emocionante que hacer en la Zurriola. Así que la próxima vez que estés en Donostia – San Sebastián, asegúrate de comprobar el calendario de eventos de la Zurriola. ¡Quién sabe, podrías terminar participando en un torneo de vóley-playa o bailando al ritmo del jazz bajo las estrellas!

La Zurriola de noche

La Zurriola es igualmente encantadora por la noche. Cuando el sol se pone, la playa se ilumina con las luces de la ciudad, creando un ambiente mágico. Aquí, puedes disfrutar de un tranquilo paseo nocturno mientras escuchas el sonido de las olas. Los bares y restaurantes cercanos ofrecen una gran variedad de opciones para cenar o tomar una copa, lo que hace que la Zurriola sea el lugar perfecto para terminar el día. Ya sea que prefieras un paseo tranquilo por la playa o una cena en uno de los restaurantes locales, la Zurriola te ofrece una experiencia nocturna inolvidable.

Conclusión

La playa de la Zurriola es mucho más que una playa. Es un lugar de encuentro, un escenario para eventos y festivales, un cine al aire libre y un paraíso para los surfistas. Si visitas Donostia – San Sebastián, no te pierdas la oportunidad de descubrir la Zurriola y todo lo que tiene para ofrecer.
Espero que este artículo te haya ayudado a conocer mejor la playa de la Zurriola. Si tienes alguna pregunta o comentario, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. ¡Nos encantaría saber de ti!

Más información:
https://www.gipuzkoaturismoa.eus/es/-/playa-zurriola
https://turismo.euskadi.eus/es/playas-embalses-rios/playa-de-la-zurriola/aa30-12375/es/