Atención, conductores y visitantes de Donostia: si pensabas que moverte por la ciudad era un desafío, prepárate para enfrentarte al nuevo nivel de complejidad con la flamante Zona de Bajas Emisiones de Donostia (ZBE). Según el Ayuntamiento, esto no es una medida, es “progreso” en su máxima expresión. Aunque, claro, la única emisión que parece bajar aquí es la paciencia de los ciudadanos.

¿Quieres acceder al centro, por ejemplo, a ver el Buen Pastor? No hay problema… si tienes etiqueta ambiental. ¿No la tienes? Entonces tendrás que sumergirte en una odisea administrativa para conseguir una autorización (porque aparentemente a nadie se le ocurrió que quizá hay formas más simples de gestionar el tráfico). ¿Eres extranjero? ¡Sorpresa! Más papeleo para ti. Y si no te enteras de las reglas, tranquilo, que a partir de marzo las cámaras te recordarán tu error con una multa de 200€ (con «oferta especial» del 30% extra si reincides).

Lo mejor de todo es que esta es solo la primera fase. En 2028, se acabará también para los vehículos con etiqueta B. Así que si tu coche no es eléctrico o mágico, puedes olvidarte de entrar al centro de Donostia sin temer a las cámaras. Por supuesto, todo esto viene con una lista interminable de excepciones, condiciones y trámites, porque ya sabemos lo mucho que nos gusta complicarnos la vida.

Pero no te preocupes, el Ayuntamiento ha puesto a tu disposición una oficina, una página web y hasta atención telefónica para resolver tus dudas (eso sí, solo de lunes a viernes y con horarios limitados, porque resolver tus problemas fuera de esos horarios sería demasiado “bajo en emisiones”).

Resumen de la zona de bajas emisiones de Donostia

Bienvenidos al futuro: más burocracia, más restricciones, y un sistema que seguramente no generará frustraciones ni desincentivará el turismo. 🙃 ¡Qué suerte la nuestra! ¿Qué opinas tú? ¿Estamos realmente mejorando la ciudad o simplemente complicándonos la vida? 🤔

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